Exhortación a la sociedad política
Diego Sequera
Así la prensa escuálida lo megarecontraproyecte porque se trata de la nueva estrategia redactada desde los escritorios de la CIA o de la oficina de Otto Reich, que es cierto, que si no, no tendría los cañonazos de las grandes agencias corporativas y fabricantes de noticias.Así hasta la mismísima Hillary Clinton ponga el caldo morado; así el gobierno bolivariano logre “resolver” algo, la crisis del sistema penitenciario es indiscutible y no la brinca ni un venao.
Salgámosle al paso de una a la reacción inmediatista del boliburócratapa poder seguir hablando: no se trata de sumarse a una maldita estrategia escuálida de intoxicación mediática cuando el 80% de la población sabe que la presente crisis la arrastraron ellos desde la cuarta república. Tampoco se trata de omitir los avances y retrocesos que han venido ocurriendo sea cuales sean de la mano del gobierno bolivariano. Esto no es “hacerle el juego a la derecha”.
Mientras se mantenga la misma premisa reclusoria, disciplinaria, de castigo; mientras el aparato judicial se mantenga siempre administrando la justicia más efectivamente por arriba; mientras creamos que las soluciones las va a dar una burocracia estatal empeñada en preservar su estructura excluyente, capitalista, deforme, liberal y dependiente; mientras creamos que son prerrogativas del poder judicial y no del poder popular, las crisis penitenciarias persistirán.
Estamos ciegos al grado de degradación humana a los que llega ese infierno de mierda llamado cárceles venezolanas. Tal vez una de las discusiones más urgentes y olímpicamente omitida por el discurso izquierdizado que tanto reivindica a la Venezuela descalza, a la que sigue pobre.
Si la comunidad, afuera y adentro de los centros penitenciarios, no discute a profundidad las alternativas de administración de justicia y rehabilitación -cuando es la sociedad entera la que está enferma desde sus bases-, el escualidismo trasnacional seguirá erigiendo balurda y electoralmente las banderas de los de abajo como estrategia de agitación. Nuestro silencio es proporcional a su oportunismo.
Por todo lo anterior, yo sí voy a la concentración el lunes a las 11 frente al ministerio de Interior y Justicia.
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