VISITAS HOY

04 junio 2011

Desafiamos o callamos

La detención y entrega al  bastardo gobierno colombiano del camarada guerrillero y cantaautor Julián Conrado,  integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)  por parte del estado Venezolano, de nuevo pone sobre el tapete de la discusión política un "temita " recurrente, una vaina que se da muchas veces en nuestros espacios, a lo interno, pero una discusión que se da: hasta que  grado los grupos de izquierda, colectivos y movimientos populares se atreverían a desafiar abiertamente semejantes decisiones de parte del presidente Hugo Chávez y su gobierno. Y es que la vaina no se ve fácil; a la hora de fijar una posición  nos veríamos en la necesidad urgente  de adoptar una firme postura de rebeldía  con relación a la lucha que venimos librando al lado del  proceso revolucionario bolivariano que lidera este hombre.


 El cantante de las FARC, como era conocido Guillermo Enrique Torres Cueter, alias “Julián Conrado es detenido en suelo venezolano, en el estado Barinas a través de una acción conjunta liderada por los cuerpos de represión colombianos y los de Venezuela y su extradición al vecino país seria un empaquetado con visa a  las cárceles del imperio quienes ofrecían una recompensa de 2,5 millones de dólares a quien facilitara la captura del revolucionario colombiano.

"Gracias al Presidente Chávez por la captura de alias "Julián Conrado" terrorista de las Farc que tanto daño le hizo al país" fue la firma bastarda e irónica con que Santos a través de la red social sello el destino  del  turbaquero  Guillermo Torres Cueter . Santos no calla y desafía abiertamente.

 “Detuvimos al rebelde (Julián Conrado) cumpliendo con nuestra obligación, y seguiremos haciéndolo, Son asuntos de Estado, y yo hago votos para que se mantenga las buenas relaciones políticas, económicas, sociales entre dos pueblos que somos hermanos'' Hablo el Estado. Chávez no calla y si fija posición

En cualquier otro momento de arrastre histórico el movimiento popular estaría en la calle, las noches transcurrirían en medio de tomas de paredes para hacer las pintas, comunicados de rechazo a la extradición de los compañeros estorbarían el paso del caminante en las calles, la música de Julián Conrado  estaría sonando en todas las radio clandestinas,las manifestaciones echarían a los cuerpos represivos del estado sobre nosotros, la coñaza seria buena, pero no callaríamos.


Nuestras luchas y rebeldías se ven cada vez mas debilitadas, disminuidas por nuestra inacción y la aceptación a dientes apretados de acciones como estas que trasmiten una sensación de estar siendo  traicionados  en las alianzas que venimos haciendo desde hace doce años  con el actual proceso, alianzas que al parecer solo han sido suscriptas por nuestra creencia ciega de estar apoyando una verdadera causa revolucionaria. Chávez  nos debe una explicación en este caso mas allá  de su soberbio y sostenido quémenme a  mí con que cerró el caso de Pérez Becerra o  su actual  retador "son asuntos de estado.


La solidaridad con nuestros militantes y luchadores revolucionarios no se negocia, que negocien los Estados mas no nosotros. Pero callar es hacerse cómplice  

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