VISITAS HOY

05 julio 2011

No fui a celebrar ningún Bicentenario del coño fui a celebrar a Chávez, como todos los que allí estábamos.



Arrechísima la concentración de ayer pana, verga, la vaina estuvo buena. Coño por fin la gente otra vez en la calle mano, sin tanta paja o institución, sin tanto funcionarios rojos rojitos con cara de obligados a marchar so pena de quedar sin empleo, sin tanto diputado, ministro o dirigente posando ante cámaras de televisión y disparándose discursos guebones y agotados que ya nadie escucha o cree; y no es que no estuviesen estos animales allí, estaban, pero en una situación mas singular: opacados algunos, sometidos otros y entregados muchos de buena gana a la voluntad rebelde del  sujeto llano que nadie dirige, que se convoca solo, el de a pie, ese pueblo espontaneo, insurgente, noble y arrecho que se  fue a Miraflores a decirle al Hombre que aun cuenta con su apoyo, como en aquel 13 de Abril, pero que se ponga las pilas porque hay mucha gente jodiendo la vaina. Otra vez, como no sucedía desde hace tiempo,  fue el pueblo  el protagonista de la calle.  Vi padres con chamos en sillas de ruedas, parapléjicos, embarazadas, viejitos de 90 años, todos queriendo ver al Hombre, apretujándose con la multitud; familias enteras donde cinco carajitos vestían de rojo y gritaban el ¡uh ah Chávez no se va!


Me conseguí  con un pana y su familia, esos panas que uno tiene, burgueses de condición, funcionario de carrera, uno de esos a los que cambian de gerencia cada vez que cambian al ministro;  en uno de los últimos enroques ministeriales se quedo sin empleo injustamente y recién pario pa mas vaina, pero allí estaba, con su carajito colgao del cuello, convocado por los no  convocados ¡y mas alegre que el coño el tipo!

En medio de esa furia de solidaridad al Hombre, coñazos de deseos de recuperación y desbordado frenesí ante lo que representa el Tipo, no faltaron  los que soltaban consejos y advertencias a Chávez, como si tuviese este el poder de escucharlos a todos. Estaba una vieja a mi lado, blandiendo un cartón donde se leía un  "Chávez te amo!,  comentándole a alguien o a muchos de los que la apretaban: ¡Chávez tiene que ponerse jodido, amarrarse los pantalones y embraguetarse duro contra tanto sinvergüenza dentro del gobierno!... jajaja Yo me rascaba la tostadora y me decía pa adentro: Verga, que vaina, el común siempre tan claro nojoda!

Muy de pinga la vaina, coño demasiada arrecha. A la final, rumbo a ver donde y con quien me caía a palos esa noche, me di cuenta de que me sentía más Chavista que nunca. No fui a celebrar ningún Bicentenario del coño fui a celebrar a Chávez, como todos los que allí estábamos.

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