Movimientos sociales e individualidades revolucionarias nos unimos nuevamente, esta vez contra los cercos mediáticos,las pretensiones de la maldita derecha escualida apatrida y bastarda de sacar saldo politico con nuestros muertos, el silencio, la impunidad y la indiferencia ante los compas caídos en el Rodeo I.
Sabemos que la mayoría de las cárceles venezolanas están colmadas de gente de los cerros, de familiares y amigos, de militantes de movimientos populares, que el problema no se ha generado en la cárcel sino que estas junto a su decadencia son producto de un sistema económico y social que no forma ni crea, sino que excluye y elimina.
Es una deuda histórica el debate y acciones sobre el sistema penitenciario, sobre las largas esperas a procesos penales, sobre el Código Penal vigente en el que se castiga la lucha por el acceso a la vivienda y la tierra, y que tipifica a la mujer “adúltera”. En la línea de fuego estamos todos y todas.
Allí esperamos a la gente que no le dé asco ser gente, quien se sepa de los cerros, de la calle, el que tenga algún compa preso, un hermano, un primo, un tío, un amigo de la infancia, el que entiende que las cárceles son arrumaderos de pobres y que el sistema las usa para controlar la arrechera de las "turbas", el que esté cansado de la palabra comedida y que por ello se haga del grito.
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