VISITAS HOY

09 noviembre 2011

EL BARRIO COMUNICADOR


Juan Alberto discute apasionadamente con sus amigos, vecinos del barrio.  Es fin de semana, fin de semana de cerveza y juegos de dominós en el  barrio, de carajitos en la calle, llevándose a media humanidad poermedio  con sus bicicletas o carreras detrás de una pelota de futbol como si  jugaran en un gran campo imaginario. Sábado de apuesta a los caballos y  música ensordecedora que va desde el ritmo de una salsa brava al bolero  de Julio Jaramillo, deteniéndose a veces en reggaetón o hip hop  escuchado al fondo por los muchachos. El barrio estalla en una gran  algarabía, un sabroso desorden, lleno de códigos, conversaciones,  cervezas y tragos de ron, fritangas pa calma el hambre fuera del rancho,  mientras se reúne alrededor de su espacio común de encuentro: la calle,  fuera del hogar y lejos de las duras jornadas diarias de trabajo.



Es como una gran fiesta comunitaria en donde nada esta preparado,  estudiado, organizado, es un gran desorden popular con una intensa  necesidad de comunicarse, de encontrarse con el otro. Los tres  compañeros de juego de Juan Alberto lo escuchan, lo interrumpen, agregan  a la discusión sin restarle atención al juego. Alrededor de ellos,  otros grupos de vecinos en medio de un gran escándalo apuestan a los  caballos, atendiendo, sin soltar sus cervezas, a la radio por donde se  trasmiten las llegadas y las partidas de los animales, en torno a una  gran excitación baten sus manos chasqueando sus dedos, pujando, como si  así le dieran mas bríos a las bestias a la que apostaron, mientras, un  narrador desconocido trasmite el desarrollo de la carrera, mencionando  cada nombre de los caballos y su posición a medida que esta avanza. Que  discuten Juan Alberto y sus compañeros?



Acerquémonos para saber de que hablan. Aja, resulta que uno de los  compañeros de Juan es vocero de un concejo comunal, organización del  barrio elegida en asamblea popular por todos los vecinos. Andrés se  llama, y Juan es de los que no participan por diferentes razones en las  actividades que este concejo comunal promueve en el territorio. En medio  del juego Andrés razona con sus compañeros, tratando de hacerles ver lo  necesario que es la participación de toda la comunidad en la solución  de los problemas porque todos vivimos allí y estos nos afectan por  igual; además que cuando llegan las soluciones todos nos beneficiamos.

A  su alrededor, no muy lejos de su mesa, tres mujeres, vecinas del  sector, que han salido a la calle para ofrecer sus comidas y bebidas a  precios del barrio, vigilan sus hijos mientras discuten las violentas  intervenciones de los policías en la comunidad, María Alejandra relata  como su hijo fue golpeado cuando un escuadrón de uniformados interrumpió  abruptamente el juego de básquet en la cancha del barrio, lugar de  encuentro de los chamos; las demás mujeres la escuchan y asienten ante  la indignación de María Alejandra. Tenemos que organizarnos con los  muchachos, dice. El hecho de que tengan que jugar en la calle por no  haber una cancha no los hace delincuentes.

Cartelera barrial

Pero como se inicio la discusión en la mesa de domino, entre Andrés,  Juan Alberto y demás compañeros? Simón, uno de los jugadores, viejo  fundador del barrio, experto en los secretos de la albañilería y zorro  imbatible con una piedra de domino en la mesa, comentaba como este fue  conformándose encima de una gran cañada de aguas y riachuelos que  bajaban del valle; relataba como las quebradas y manantiales fueron  desapareciendo, secándose a medida que el barrio crecía y se consolidaba  y que de allí el origen del nombre del sector, Agua Salada, además  añadía que ese era el motivo de que las mayoría de las casas sufrieran  de filtraciones, reflexión esta que movió a Juan Alberto exponer la  situación de su vivienda en donde todas sus paredes están cayéndose  según el, comentario que aprovecho Andrés para señalar la falta de  participación de este en la solución de los problemas de la vecindad. El  tiempo transcurre y en cada uno de los espacios las discusiones van  cambiando a una velocidad que ninguna tecnología podría registrar. La  política, la economía, la religión, la delincuencia, las necesidades,  los aciertos y los errores, desde el banal chisme hasta el futuro del  mundo habrán sido discutidos desde la visión del barrio. Antes de que se  acabe el día todo este colectivo habrá desmenuzado, construido  ,analizado y definido su entorno, haciéndolo mas suyo; habrá hecho  propuestas y sugerencias; habrá descuadrado al mundo haciéndolo  horizontal para poderlo entender desde el barrio. Y así se va.

Al final  de este se habrá realizado el ejercicio de comunicación más maravilloso y  productivo que puede haber, el del debate y el encuentro, el del sitio  común, allí donde se genera la otra comunicación.

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